Trastornos de ansiedad

La ansiedad puede generalizarse en muchos aspectos de la vida, específicos de ciertas situaciones o aparecer en oleadas de episodios angustiantes llamados “Ataques de pánico”. Estas implican sensaciones repentinas y breves de falta de aliento, una fuerte presión en el pecho, sentimientos de despersonalización, sudoración y, a veces, temblores.

Muchas veces las personas no saben por qué́ se sienten de esta manera y acuden a una sala de emergencias por temor a un ataque cardíaco. Los ataques de pánico son altamente perturbadores e incómodos, pero tratables.

Los síntomas de ansiedad pueden incluir dificultad para controlar los pensamientos preocupantes, sentirse constantemente excitado o en tensión, tensión muscular, insomnio, irritabilidad y dificultad con la memoria o la concentración.

Un cierto grado de ansiedad es tanto normal como saludable: nos ayuda a mantenernos al tanto de las tareas necesarias, a tomar medidas y nos mantiene alertas ante posibles amenazas. La ansiedad se eleva más allá de un rango normal y saludable cuando afecta el funcionamiento y/o conduce a evitar ciertas actividades.

Cuando la ansiedad alcanza un nivel en el que está presente más veces de las que no, ésta, afecta relaciones, causa incomodidad física o lleva a evitar actividades. Es importante que se beneficie abordando estos problemas en terapia ya que discutir, explorar y comprender mejor esta experiencia puede conducir rápidamente a una mayor sensación de bienestar.